lunes, 17 de noviembre de 2008

Ideología Política de John Rawls

John Rawls es considerado como uno de los más celebres pensadores norteamericanos de izquierda. Su trayectoria de estudios y escritos que desarrollo a lo largo de su carrera lo han llevado a ser considerado como socialdemócrata. En sus escritos Rawls trata de justificar lo injustificable para mucho: el estado de bienestar.

Partiendo de esta idea central debemos recordar que la socialdemocracia es considerada como una ideología política que surgió a finales del siglo XIX a partir del movimiento socialista. Los socialdemócratas se caracterizan por sus políticas reformistas ligadas a la participación ciudadana y a la integración de minorías sociales en las democracias modernas. Actualmente es el sector de la izquierda política más importante.

John Rawls propone una teoria contractual según la cual, desde una hipotética posición original, y dejando a un lado sus capacidades y preferencias individuales, seres racionales situados bajo un velo de ignorancia se pondrían de acuerdo para establecer unos principios generales de la justicia. De igual manera pretendía justificar racionalmente un necesario enlace de principios liberales con principios de igualdad social.

Según Jonh Gray, Rawls intenta fundamentar la ideología liberal utilizando el procedimiento contractualista.[1] Rawls inventa una situación originaria en la cual los individuos son razonables todos, es decir que son todos desinteresados: Un rasgo de la justicia como imparcialidad es el pensar que los miembros del grupo en la situación inicial son racionales y mutuamente desinteresados.[2] Rawls distingue entre lo racional y lo razonable, lo racional es el egoísmo individual, aquello que nosotros preferimos teniendo en cuenta nuestra conveniencia y aquello que deseamos maximizar en beneficio propio. Lo razonable es tener en cuenta el interés ajeno en nuestras consideraciones y buscar la cooperación, la mutua reciprocidad aun a expensas de los intereses individuales. Y afirma que sin el concurso de ambos principios no puede darse una cooperación social estable.

De forma contractualista[3] todos los individuos pactarían según Rawls establecer una sociedad en la que se garantizara la libertad igual para todos, así como la igualdad de oportunidades para que luego surgiera por la competencia social y económica la inevitable y deseable desigualdad social y económica siempre y cuando los más desfavorecidos estuvieran lo mejor posible en comparación con otros sistemas sociales.

De la misma manera el principio utilitarista del máximo beneficio para la mayor cantidad posible opera plenamente en Rawls cuando afirma: Mientras que la distribución del ingreso y de las riquezas no necesita ser igual, tiene no obstante que ser ventajosa para todos, y al mismo tiempo los puestos de autoridad y responsabilidad tienen que ser accesibles a todos.[4]

Según Rawls sólo en el Estado democrático de derecho se alcanza la justicia entendida como equidad así como una sociedad bien ordenada. Tal régimen por supuesto necesita de la economía de mercado con ciertas correcciones para evitar sus molestas y desagradables consecuencias. En este Estado doctrinas distintas u opuestas pueden compartir las bases del Estado o de los asuntos públicos. Los valores e ideologías están en conflicto en una sociedad capitalista avanzada. La conclusión a la que llega Rawls es que el Estado debe ser neutral en valores. Los individuos deben ser razonables, y finalmente  tolerantes con otras culturas.

Tomando como base los enunciados anteriores y según el conocimiento de la teoría de John Rawls, me es posible definir a dicho autor como uno ligado complemente a la izquierda y en este marco considerado socialdemócrata. Ya que sus objetivos están completamente ligados con dicha ideología.   


[1] John Gray, Liberalismo, Alianza Editorial, Madrid 1994.

[2] John Rawls, Sobre las libertades, ed. cit., pág. 31.

[3] Teoría según la cual la sociedad humana y el Estado son fruto de un pacto o contrato entre los hombres, sin otro origen natural ni divino (Locke, Hobbes, Rousseau).

[4] John Rawls, Sobre las libertades, ed. cit., pág. 83.

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